Cuando una película me gusta mucho, tanto que no me importaría verla cientos de veces, la anoto en mi lista de películas que quiero comprar, así cuando no hacen nada bueno en la tele, me pongo una de mis pelis que sé que no me van a decepcionar.
Ayer le tocó el turno a Amélie. Es curioso, cada vez que la veo descubro nuevos detalles en los que antes no había reparado.
Es una película que me emociona. Anoche me hizo sonreir, soltar alguna lagrimita, y sobre todo me reconfortó. Anoche necesitaba a Amélie.
Amélie no sería Amélie sin la inigualable Audrey Tautou. Su belleza sencilla, su elegancia, su figura delicada...
Una película que te hace ser consciente de la felicidad que esconden las pequeñas cosas de la vida, y la magia que puedes obrar en la vida de otras personas con detalles y acciones cargados de buena voluntad.
Por no hablar de la estética general de la película: la casa de Amélie, la cafetería donde trabaja... todo es como sacado de un cuento.
Una de mis preferidas.
Grande y Bella Amélie.
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